Desde 1996 programamos e instalamos TPV para las pymes
Un TPV fiable, sencillo e intuitivo con todo incluido para la correcta gestión de las pequeñas tiendas de ropa, moda y complementos.
Fácil e intuitivo
Todo incluido
Datos privados
Hecho en Madrid
Nos adaptamos a tus necesidades
Formación presencial en Madrid, nos desplazamos a tu negocio o puedes acercarte a nuestra oficina
Da respuestas rápidas al cliente. Tu almacén sin "secretos", controla tu stock de tallas, colores, marcas. Incluso si tienes varias tiendas.
Gestiona las promociones según temporada, productos en rebajas, tickets caducados, gestión de vendedor, etc.
Con la impresora podrás crear etiquetas para llevar el inventario completo de la tienda y conservar la trazabilidad en devoluciones.
Equipos TPV para zapaterías SIEMPRE NUEVOS de primeras marcas internacionales como SAMUNG, NicePOST, ACER, EPSON.
Integrado con TPV, de fácil uso y poco peso.
Pantalla táctil de alta resolución.
Apertura sincronizada con TPV.
Apertura sincronizada con TPV.
Impresión disponible para diferentes anchos, teclado y ratón.
Moditext, un Software TPV para tiendas de ropa que hace TODO
¿Cuántas veces te han preguntado si tienes una talla u otro color? Nuestro sistema contabiliza cada producto creando una matriz de tallas y colores para que siempre puedas dar una respuesta correcta. Incluso si tienes varias tiendas
El software TPV para comercio y tiendas de ropa es la solución ideal para los problemas administrativos de cualquier local. Se trata de un programa informático que posibilita una gestión eficaz y certera de las labores más rutinarias y tediosas de cualquier negocio. Dentro de este software convergen todas las áreas de negocio que propician el funcionamiento y control de un local comercial. Así pues, un software TPV para tiendas permite procesar de forma automática e instantánea las ventas y el inventario de un negocio, además de gestionar con agilidad la facturación y contabilidad del mismo.
Realiza un control detallado del inventario de la tienda, de manera que se puede conocer en todo momento qué productos están disponibles, cuáles se están vendiendo más y cuáles están acumulando stock. Esto ayuda a evitar la falta de productos y reducir el riesgo de pérdidas por productos obsoletos o no vendidos.
Nuestro software TPV para tiendas de ropa y comercios procesa las ventas de forma más rápida y eficiente. El personal de la tienda puede utilizar escáneres de código de barras para registrar las ventas de los productos, lo que reduce el tiempo de espera de los clientes.
Permite llevar un registro detallado de los clientes y sus compras. Esto facilita la personalización de las ofertas y la fidelización de los clientes.
Producción de informes detallados sobre las ventas y los clientes, lo que facilita la toma de decisiones y la optimización de los procesos de venta.
Por ejemplo, se pueden obtener informes sobre los productos más vendidos, los días de mayor actividad, etc.
El software TPV de Deisoft lleva a cabo una eficiente gestión del sistema de contabilidad, de facturación y el de gestión de empleados. Esto permite una gestión global y más efectiva de la empresa, y evita la duplicación de tareas y la pérdida de tiempo en tareas administrativas.
Oferta de TPV y software para tu negocio
TPV y Software para tiendas de ropa y comercio
Si tienes una tienda de ropa, sabes perfectamente que el sector textil tiene sus propias reglas. No es lo mismo vender tornillos que gestionar prendas con mil combinaciones de tallas y colores, ¿verdad? Por eso, contar con un software TPV que realmente entienda tu negocio se ha vuelto fundamental. La gestión de tallas y color puede convertirse en tu peor pesadilla o en tu mejor aliado, dependiendo de las herramientas que uses. Un buen programa TPV pensado para tiendas de moda no solo te ayuda a cobrar más rápido (que también), sino que te da información clave para tomar decisiones que marquen la diferencia en tu negocio.
Vamos a ser claros: un software TPV para tiendas de ropa tiene que estar diseñado por gente que entienda lo que es tener un cliente preguntando "¿lo tienes en azul marino en la 42?". Los comercios textiles manejan productos con tantas variables que usar un TPV genérico es como intentar cortar tela con un cuchillo de mantequilla. Tu TPV ideal debería tener una interfaz tan intuitiva que hasta el becario nuevo pueda usarla sin problemas, preferiblemente con pantalla táctil para que todo fluya más rápido. Y claro, tiene que estar preparado para las locuras del sector: rebajas del 70%, cambios de temporada cada dos por tres, y esas promociones especiales que se te ocurren el viernes por la tarde.
Aquí viene lo bueno: la gestión de tallas y colores es el corazón de cualquier software TPV que se precie en el mundo textil. Imagínate tener matrices que te muestren de un vistazo qué tienes exactamente en stock. Es la diferencia entre decirle a un cliente "déjame que voy al almacén a ver..." o responder con seguridad "sí, tenemos tres unidades en negro de la M". El sistema tiene que permitirte meter productos nuevos sin volverte loco, sobre todo cuando recibes esos albaranes con 20 referencias diferentes, cada una en 5 tallas y 3 colores. Los mejores TPV de tallas y colores te dejan configurar rangos específicos según el tipo de prenda: números para zapatos, letras para camisetas, esas tallas raras europeas que nadie entiende... Ya sabes a qué me refiero.
El control de stock en tiempo real es como tener un empleado invisible que nunca descansa. Te avisa cuando te quedan pocas unidades de esa camiseta que vuela de las perchas, y te ayuda a entender por qué las XL siempre se quedan en el almacén (spoiler: quizás tu clientela prefiere otras tallas). Los sistemas que valen la pena te muestran patrones: "oye, que siempre te quedas sin M en los vaqueros negros". Con esta información puedes evitar tanto quedarte sin género como tener el almacén lleno de prendas que nadie quiere. Y si tienes varias tiendas, poder ver si hay stock en la otra sucursal mientras el cliente espera puede salvarte más de una venta.
La impresión de etiquetas puede parecer algo menor, pero créeme, marca la diferencia entre el caos y el orden. Un buen sistema te permite crear etiquetas que no solo tengan el código de barras, sino toda la información que necesitas: referencia, talla, color, precio... incluso puedes ponerle tu logo para que quede profesional. Los códigos de barras son tu salvación cuando llega el inventario anual (ese día que todos tememos) o cuando hay cola en caja y necesitas agilizar. Algunos sistemas modernos hasta te dejan poner códigos QR que enlazan a tu tienda online. ¿Te imaginas? El cliente escanea la etiqueta y puede ver más modelos parecidos en tu web.
Las ventajas de tener un software TPV diseñado para el textil van mucho más allá de simplemente cobrar más rápido (aunque eso también mola). Estamos hablando de herramientas que transforman tu forma de trabajar. Piensa en todas esas tareas repetitivas que te quitan tiempo: actualizar precios, contar stock, buscar referencias... Un buen programa TPV las automatiza y te deja tiempo para lo que realmente importa: atender a tus clientes como se merecen. Y no olvidemos las posibilidades comerciales: promociones cruzadas ("con estos pantalones, esta camisa queda genial"), descuentos por volumen, programas de puntos... Todo eso que antes era un lío ahora está a un clic de distancia.
Optimizar el inventario en una tienda de moda es casi un arte. Con un software TPV especializado, ese arte se vuelve ciencia. ¿Te suena eso de tener alertas diferenciadas por talla? Por ejemplo, que te avise cuando te quedan pocas S pero no cuando te quedan pocas XXL (porque sabes que esas tardan más en venderse). Los programas más completos analizan la rotación de cada prenda y hasta te sugieren qué reponer basándose en tus ventas anteriores. Ya no es solo evitar quedarte sin stock de lo que más vendes; es también no tener capital muerto en prendas que llevan meses colgadas. Algunos sistemas hasta te dicen exactamente dónde está cada prenda en el almacén. Nada de andar buscando "esa caja con las camisetas rojas que dejamos por ahí".
Seamos realistas: en el textil, las devoluciones y cambios son el pan de cada día. "Me queda grande", "el color no es como esperaba", "mi novio dice que no me favorece"... Un software TPV que se precie tiene que gestionar estos casos sin dramas. El sistema debe registrar todo: qué se devuelve, cuándo, por qué motivo. Y tiene que distinguir si la venta fue en tienda o viene de tu web (porque las políticas pueden ser diferentes). Los mejores TPV reincorporan automáticamente el artículo al stock, generan vales de compra o procesan reembolsos sin que tengas que hacer malabares. Lo más interesante es poder analizar después por qué se devuelven las cosas. Si siempre devuelven la misma marca porque "talla pequeño", igual es hora de avisar a los clientes o hablar con el proveedor.
En el mundo de la moda, fidelizar clientes es oro puro. Un buen software TPV te permite conocer a tus compradores casi mejor que ellos mismos. Registras sus tallas habituales, qué colores prefieren, cuándo fue su última compra... Con estos datos puedes hacer magia: enviarles un descuento por su cumpleaños, avisarles cuando llega algo de su estilo, o crear un programa de puntos que les haga volver. Los TPV más potentes hasta segmentan tus campañas: no es lo mismo el mensaje para quien compra ropa deportiva que para quien busca looks de oficina. Y esos tickets personalizados con códigos de descuento para la próxima compra o enlaces a tus redes sociales... pequeños detalles que construyen relaciones duraderas.
Integrar un TPV táctil en tu tienda no es enchufar y listo. Requiere pensar bien qué necesitas y cómo trabajas actualmente. Lo primero es buscar un proveedor que realmente conozca el sector textil (no vale cualquiera que haya hecho un TPV para una ferretería). Tienes que analizar tus procesos: cómo recibes mercancía, cómo organizas el almacén, qué información necesitas en los informes... La migración de datos es crucial: todo tu inventario actual, la base de clientes, los proveedores... todo tiene que pasar al nuevo sistema sin perder nada por el camino. Los buenos proveedores te acompañan en todo el proceso, porque saben que cambiar de sistema mientras mantienes la tienda abierta es como cambiar las ruedas del coche en marcha.
El hardware es la parte visible del iceberg, y elegirlo bien marca la diferencia. Lo básico incluye un ordenador con pantalla táctil (que aguante el trajín diario), un cajón portamonedas que se abra sin atascarse, una impresora de tickets fiable y un lector de código de barras que lea hasta las etiquetas más arrugadas. En el textil, los lectores tienen que ser versátiles: no es lo mismo escanear una etiqueta en una prenda colgada que en una camiseta doblada en el mostrador. Las impresoras de tickets deberían permitirte personalizar con tu logo y añadir las políticas de cambio (que en moda son fundamentales). Muchas tiendas añaden una segunda impresora para etiquetas, super útil en rebajas cuando hay que reetiquetar medio género. Y si tu tienda tiene momentos de mucho ajetreo, considera TPV móviles para cobrar en cualquier punto y evitar las colas interminables.
La implementación del software es donde la teoría se encuentra con la realidad de tu tienda. Empieza por configurar bien las bases: familias de productos (pantalones, camisetas, accesorios...), las matrices de tallas y colores, quién puede hacer qué en el sistema... Crear la base de datos de artículos lleva su tiempo, pero hacerlo bien desde el principio te ahorra dolores de cabeza después. Cada referencia necesita su información completa: descripción clara, precio, tallas disponibles, colores, a qué temporada pertenece, quién es el proveedor, dónde está en el almacén... Todo. El sistema también tiene que cumplir con hacienda (que los tickets sean legales, vaya). Mi consejo: haz pruebas, muchas pruebas. Simula ventas normales, devoluciones complicadas, cambios de talla, aplicación de varios descuentos a la vez... Mejor descubrir los problemas antes de tener un cliente esperando.
La formación del equipo puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de tu nuevo TPV. Por muy fácil que parezca el sistema, tus empleados necesitan sentirse cómodos con él. No es solo saber cobrar; es entender cómo consultar rápidamente si hay una 38 en marrón en el almacén, cómo procesar un cambio por otra talla, o qué hacer cuando un cliente quiere devolver algo comprado online. Organiza la formación por niveles: los dependientes necesitan dominar las ventas y consultas, mientras que los encargados deben saber también cómo hacer inventarios o sacar informes. Las sesiones prácticas funcionan mejor que los manuales teóricos. Usa situaciones reales: "un cliente quiere cambiar estos pantalones por otra talla pero no tiene ticket", "hay que aplicar un 30% extra sobre el precio rebajado"... Muchos proveedores ofrecen videos y entornos de prueba donde practicar sin miedo a equivocarse. Una buena formación no solo reduce la resistencia al cambio ("es que yo con el sistema antiguo iba más rápido"), sino que ayuda a descubrir funciones que ni sabías que necesitabas.
El mercado está lleno de opciones, pero no todas valen para una tienda textil de verdad. Las soluciones específicas para moda entienden que no es lo mismo vender camisetas que martillos. Los mejores sistemas muestran el inventario en matrices visuales donde ves de golpe todas las combinaciones de talla y color. Es como tener una radiografía de tu stock. El software más completo gestiona también otros detalles: la temporada (porque no es lo mismo la colección de verano que la de invierno), la composición de los tejidos (para esos clientes que preguntan), las instrucciones de lavado... Al elegir, piensa en tu negocio: ¿vendes solo ropa o también calzado y complementos? ¿Necesitas gestionar tallas de bebé, de mujer, de hombre? ¿Trabajas con marcas que tienen tallajes raros? El sistema tiene que adaptarse a ti, no al revés.
El software con matrices de tallas y colores es la joya de la corona para cualquier tienda textil que se precie. Imagínate una tabla donde en horizontal tienes las tallas (XS, S, M, L, XL...) y en vertical los colores disponibles. En cada casilla, las unidades que tienes. De un vistazo sabes qué puedes ofrecer al cliente. Esta presentación visual no solo agiliza la venta, también te ayuda a detectar patrones: "mira, siempre me quedo sin M en negro pero me sobran las XL en todos los colores".
DEISOFT S.L www.deisoft.es dispone de un estupendo programa para la gestion de tiendas textiles.